
La importancia de la inspección de la caldera
En España, la inspección periódica de calderas es obligatoria para garantizar que funcionan de forma segura, eficiente y con un consumo energético óptimo. No cumplir con la normativa puede acarrear sanciones económicas y, lo que es peor, poner en riesgo la seguridad de tu vivienda. Preparar la instalación antes de la visita del técnico es clave para evitar problemas.
1. Limpieza y mantenimiento previo
Antes de la inspección, es fundamental que la caldera esté libre de polvo y suciedad.
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Limpia la carcasa exterior y las rejillas de ventilación.
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Retira cualquier objeto que obstruya la circulación de aire.
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Si tu caldera es de gas, revisa que el quemador esté limpio y sin restos de hollín.
Una caldera limpia no solo pasa la inspección con mayor facilidad, sino que también trabaja de forma más eficiente.
2. Revisión de válvulas y presión
El inspector verificará que las válvulas funcionen correctamente y que la presión se encuentre en el rango óptimo (normalmente entre 1 y 1,5 bar).
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Comprueba que no haya fugas visibles.
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Purga los radiadores para liberar aire acumulado.
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Ajusta la presión si es necesario antes de la cita.
3. Comprobación de la ventilación
La ventilación es uno de los aspectos más vigilados en la inspección.
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Asegúrate de que las rejillas de ventilación estén libres de obstáculos.
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Si la caldera está en un armario o cuarto cerrado, debe tener entradas y salidas de aire suficientes.
Una ventilación adecuada evita la acumulación de gases peligrosos como el monóxido de carbono.
4. Documentación en regla
El técnico necesitará verificar datos como el modelo, el número de serie y las revisiones anteriores.
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Ten a mano el manual, las facturas de mantenimiento y el certificado de la última inspección.
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Si la caldera ha tenido reparaciones recientes, presenta también las facturas y partes de trabajo.
5. Contrata un mantenimiento preventivo
El mejor truco para no tener problemas en la inspección es que la caldera reciba mantenimiento regular por parte de un profesional autorizado. Esto no solo alarga su vida útil, sino que detecta y corrige fallos antes de que se conviertan en problemas graves.
✅ Conclusión: Preparar tu caldera para la inspección no es complicado, pero sí esencial. Con limpieza, revisiones básicas y documentación al día, no solo evitarás sanciones, sino que también ganarás en seguridad, eficiencia y tranquilidad.
